Tener un piano no te hace pianista

Tener un hijo no te convierte en madre o padre. Puede que biológicamente sí. Legalmente sí. Pero emocionalmente, ni en sueños. Ser madre o padre no es cuestión de sangre, conductas o esfuerzos. Es un lazo psicoafectivo, un compromiso, una experiencia, una misión de amor. Tendrás, pues, que demostrar tu capacidad de maternidad o paternidad. Tendrás que ganarte el respeto, la confianza, el amor, la gratitud de tus hijos. Pues tener un piano no hace a nadie pianista.